Los conciertos como parte fundamental de la nueva normalidad

Los conciertos como parte fundamental de la nueva normalidad

Los conciertos como parte fundamental de la nueva normalidad 

Las estrellas de la industria musical optaron por hacer grandes giras mundiales. Los festivales volvieron, lo cual no agradó al medio ambiente. Acorde a El Mundo en Conciertos tóxicos: cómo las giras de los grupos también agravan la crisis climática, no existe una manera fiable de calcular el impacto que tiene la música en directo ante el medio ambiente; sin embargo, el experto de la BBC, Mark Savage, calcula que en Inglaterra hay 405 mil toneladas de gases de efecto invernadero al año.

 

La cifra toma en cuenta el número de vuelos que hacen los y las  artistas para moverse de ciudad en ciudad. Incluye el montaje y desmontaje del escenario, lo que representa un 34% del total de una gira, según Green touring guide. A lo dicho se añade el transporte de los fans que acuden a los conciertos, lo que figura un 33%. También se toma en cuenta el 12% del merchandising. Además, cada asistente suele generar cinco kilos de CO2.

Sumado a lo anterior, quienes han tenido la oportunidad de presenciar un concierto, habrán notado la cantidad de basura que se acumula en el espacio, las grandes pantallas, el confeti, los fuegos artificiales, entre otros detalles que hacen parte de la experiencia. Ecologistas, investigadores e investigadoras, así como usuarios y usuarias manifestaron su descontento y preocupación, de forma que las y los artistas se pronunciaron al respecto.

 

Entre estos se encuentra Coldplay, quienes decidieron detener sus giras hasta que estas fueran sustentables y lo lograron. Jose M. mencionó que en su más reciente proyecto, dicha banda reorganizó sus viajes, con el afán de que la mayoría fueran a través de transporte terrestre. Para los vuelos pagaron un recargo por el uso de combustible sostenible. Los y las fans que dejaron una menor huella de carbono en su traslado al concierto, tuvieron acceso a descuentos.

 

Buscaron maximizar la eficiencia del uso del agua y mantuvieron una estrategia de reciclaje. Cabe destacar que otras celebridades se han sumado a la causa. En 2019, el festival Glastonbury prohibió el plástico de un solo uso. En 2020, The 1975 dejó de comercializar camisetas y se comprometió a plantar un árbol por cada entrada vendida.

 

Por otro lado, algunos grupos que no se han manifestado en este sentido han buscado otras alternativas para promover el cuidado del ambiente. BTS, Stray Kids y Black Pink han figurado en campañas de grandes empresas como Samsung  y YouTube, con el fin de salvaguardar al planeta.

 

Para Jordi Herreruela, en El Mundo, “el hecho de que miles de personas se junten en un sitio, tiene un impacto alto. Si nos ponemos integristas, sería más sostenible quedarse en casa leyendo el diario”…”supongo que deberíamos preocuparnos también por las maneras en que podemos compensar ese impacto cuando terminan los conciertos con acciones como la reforestación”.

 

El goce de la música en vivo es una experiencia que la tecnología u otra actividad jamás podrá sustituir; No obstante, hay que ser conscientes sobre la repercusión que tiene sobre el planeta, con la finalidad de considerar alternativas que permitan aportar al cuidado del ambiente.

 

Eviten el plástico de limitada utilidad, no tiren basura y consideren la emisión de carbono que generan en su traslado. Procuren aprovechar un viaje con varias personas que tengan el mismo destino. Sean conscientes en la compra y venta de merch. Los conciertos y festivales son una extensión relevante de la industria musical, no desaparecerán, pero los podemos mejorar, mientras se actúa con responsabilidad.